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Retos “Un país dos sistemas”

Un país, dos sistemas, es una idea propuesta en los ochenta por Deng Xiaoping, el entonces presidente de la República Popular China. Esta propuesta reconoce que China constituye un solo país, pero dentro de ese Estado chino coexistan sistemas económicos y políticos diferentes en determinadas zonas, inclusive manteniendo el capitalismo en ciertas regiones del país en paralelo con el sistema socialista.
Deng Xiaoping propuso aplicar este principio a Hong Kong donde a pesar de la práctica del socialismo en la parte continental de China, Hong Kong podía seguir practicando el capitalismo como sistema económico predominante, y con un alto grado de autonomía interna durante cincuenta años tras la unificación, es decir hasta el año 2047.
Hong Kong comparte algunas semejanzas con China, pero a su vez tiene sus particularidades, como la libertad financiera fruto de un sistema económico capitalista implementado cuando la región era una colonia británica. En los años 90 el territorio de Hong Kong, era una verdadera potencia económica, al ser el primer puerto de contenedores del mundo, el cuarto centro bancario de mercado de oro, el quinto mercado de divisas, y el octavo mercado de valores. Todo esto porque era la conexión entre el oriente y occidente.
Como era de esperarse, este modelo de unificación ha tenido conflictos, especialmente por el régimen autoritario que maneja de República Popular China, a los hongkoneses, les preocupa perder sus libertades sociales, políticas y económicas bajo el régimen autoritario. Esto ha llevado a numerosas reformas y fuertes protestas entre la población de Hong Kong.
En 2019, hubo violentas manifestaciones ya que se proponía una ley para llevar a activistas y defensores de los derechos humanos de Hong Kong a China continental, con el propósito de ser juzgados bajo las leyes del régimen, esto generó molestias entre los hongkoneses quienes ven estas propuestas como un golpe autoritario.
Sobre todo, tras aprobarse la última ley migratoria que incluye poderes para detener la entrada o salida de personas de Hong Kong, levantando temores de que las “prohibiciones de salida” al estilo de China podrían aplicarse. Las llamadas “prohibiciones de salida” se utilizan a menudo en el país asiático contra activistas que desafían a las autoridades.
No se requiere ninguna orden judicial y no se puede apelar. El influyente Colegio de Abogados de Hong Kong (HKBA) advirtió que la redacción del proyecto de ley daba “aparentemente poder sin restricciones” al director de inmigración.
La pregunta principal en este caso es: ¿puede Hong Kong subsistir y seguir desarrollándose sin el gigante chino a sus espaldas? sus limitaciones son evidentes: su crecimiento ha estado ligado al de China y una ruptura abriría un futuro marcado por la incertidumbre, por lo cual lo que sucederá en 2047 seguirá siendo un misterio.