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China, entre Rusia y Occidente

Aislada del circuito internacional y golpeada por las sanciones, Rusia se enfrenta a una inflación que crece a un ritmo peligroso. Tras las sanciones económicas emitidas por los países de occidente, el rublo ha llegado a mínimos históricos y ha dejado a Rusia con un solo aliado comercial: China.
La guerra de Ucrania significa que Rusia ahora no puede vender gran parte de su producción agrícola, sus productos alimenticios y excedentes al mundo exterior, así que los alimentos estarán disponibles para la República Popular China a un precio más bajo.

Los datos dicen que el comercio de Moscú con China está en ascenso ininterrumpido desde el 2005. China representa el 18% del comercio total de Rusia. Este porcentaje se ha duplicado en diez años. Pekín se ha negado a condenar el ataque de Rusia a Ucrania. Pero, aun así, quiere evitar resultar impactado por las sanciones que, en reiteradas ocasiones, ha denunciado como una manera ineficaz de resolver la crisis.
Pero los temores de que las empresas chinas puedan sufrir sanciones estadounidenses por los lazos con Rusia han contribuido a una venta masiva de acciones en los últimos días.
China y Moscú comparten un interés estratégico en desafiar a Occidente. Sin embargo, los bancos chinos no pueden darse el lujo de perder el acceso a los dólares estadounidenses. Aunque China es el socio comercial número uno de Rusia, Beijing tiene otras prioridades. El comercio entre los dos países representó solo el 2% del volumen comercial total de China. La Unión Europea y Estados Unidos tienen una participación mucho mayor.

Aun así, su amistad con Rusia es de “una importancia primordial”. Putin y Xi comparten una visión sobre los derechos humanos, el deseo de un nuevo orden global que les garantice un papel protagonista. Sus economías, intereses y áreas de influencia son casi perfectamente complementarias. Pero Pekín también pretende proteger su relación con Europa.
China es la tabla de supervivencia económica de Vladimir Putin ante el poder y la profundidad de las sanciones de occidente a Rusia, un respaldo abierto de China a Rusia sí implicaría sanciones que llevarían a la economía a una nueva recesión global y problematizaría aún más la ya frágil cadena de suministros.
China podría optar por sólo mirar a una distancia prudente la invasión a Ucrania, respaldar económica y financieramente a Rusia, para anexarse ese territorio como proveedor de materias primas y mantener la fría, mala, tensa, pero altamente productiva relación con occidente.

