
El papel de aduana en las importaciones.

El monopolio de las “Tierras raras”
La Nueva Ruta de la Seda

La Nueva Ruta de la Seda le ha dado una dimensión diferente a la proyección de China como potencia global. Esta iniciativa está prevista que se desarrolle sobre dos grandes bases: una terrestre, llamada Franja Económica de la Ruta de la Seda y una segunda vía marítima, llamada Ruta de la Seda Marítima del Siglo XXI.
El proyecto consiste en una ambiciosa red de comercio repartida por los cinco continentes que puede costar hasta un billón de dólares, es el plan más ambicioso de inter-conectividad transfronteriza en la historia de la humanidad, incluye más de 70 países en Asia, Europa Sur-Central, el Medio Oriente, África del Norte y Latinoamérica.
Para esto, los Canales de Suez y Panamá son una parte clave en el plan. Tan solo en 2017, 2,400 trenes transportaron cerca de 145,000 contenedores estándar entre China y Europa Central. Esto corresponde apenas a la carga de siete barcos contenedores de gran tamaño, esto quiere decir, que, en comparación con la carga marítima, el volumen de la mercancía transportada por vía terrestre a Europa siempre será pequeña.
El Canal de Suez, representa la mejor ruta comercial entre Europa y Asia. El Canal acorta en 7.000 kilómetros y entre siete y nueve días el viaje entre Asia y Europa, la única otra vía marítima es circunnavegando África, es por ello que el reciente suceso del buque “Ever Given” atascado en el Canal de Suez por casi una semana ha tenido catastróficas consecuencias para la economía y el comercio global.
El Canal de Panamá, también juega un papel importante en el comercio marítimo entre Asia, Latinoamérica, Estados Unidos y el mundo. Es un nodo de conectividad que sirve como punto de partida para un centro regional de distribución tanto para Centro como para Suramérica.
A nivel internacional, los que se muestran a favor del proyecto la Franja y la Ruta de la Seda consideran que el proyecto, mejorará la interconectividad mundial ampliando la red vial y marítima, proveyendo de mejores infraestructuras energéticas y otras construcciones, que permitirán expandir el comercio local e internacional.
Además, de las relaciones diplomáticas que pueden surgir de este acuerdo, China suele brindar financiamiento a sus socios comerciales, lo que podría ser muy beneficioso para Latinoamérica y los países de África.
Sin duda, La Ruta de la Seda, promete ser un proyecto comercial con intenciones de mejorar las rutas de comercio global, al igual que brinda la oportunidad de mejorar la economía de los países por los que cruza.