
Confinamientos en Shanghái amenazan la cadena de suministros

China, entre Rusia y Occidente
Sube el precio del petróleo, suben las importaciones

El alza en precio del petróleo perjudica a empresas y consumidores. Desde transportistas hasta jugueteras.
El petróleo crudo cotiza en más de 90 dólares por barril, un aumento del 60 por ciento del precio promedio en 2019, antes de que el Covid-19 arrasará el mundo y causará grandes desequilibrios en el mercado.
Los analistas habían anticipado que los precios del crudo podrían incluso subir a 150 dólares si las tensiones entre Rusia y Ucrania aumentaban ya que generarían un choque en la oferta. Ante la inflación, para las empresas la única salida es trasladar dichos aumentos de costos tanto y tan rápido como sea posible. Cuando las empresas trasladan el incremento en los gastos, el consumidor termina soportando todo el peso.
UPS subió sus precios en los últimos dos años, incluso en los envíos de Amazon. El gigante del comercio electrónico, que pagó a UPS alrededor de 11 mil 400 millones de dólares el año pasado por entregar sus paquetes, aumentó su membresía anual Prime en 20 dólares a principios de este mes. Maersk, el transportista marítimo con sede en Dinamarca, reportó una ganancia de 18 mil millones de dólares en 2021, frente a 509 millones en 2019, después de subir los precios y trasladar los costos de combustible a los clientes.
La rápida recuperación de la demanda tras el parón en la actividad causado por la pandemia ha derivado en una situación económica compleja. Los problemas en la cadena de suministros y el aumento de los precios de las materias primas están derivando en una relativa escasez de cierto tipo de productos que está alimentando presiones inflacionarias, a lo que ahora se suma el incremento del precio del crudo. Se estima que, por cada centavo de aumento en el precio de la gasolina, el gasto de los consumidores estadounidenses cae 180 millones de dólares al año.
El aumento en el precio del petróleo contribuye a una subida en la inflación porque el petróleo es una materia prima para muchos productos, principalmente la gasolina y el diésel, lo que se traduce en mayores costos para los productores y transportistas que eventualmente serán trasladados al consumidor en forma de mayores precios.
Mientras que el mercado para otras materias primas puede afectar a ciertos segmentos de la economía, el petróleo es especial en el sentido que afecta a prácticamente todos.
Los precios internacionales del petróleo acumularon sus mayores ganancias durante enero, llegando a niveles no vistos desde octubre del 2014. Y en marzo el petróleo superó el precio de 100 dólares por barril.
La demanda asiática sigue fuerte, la variante ómicron no está frenando la actividad tanto como se temía en un principio y el conflicto en Ucrania añade el toque de inestabilidad geopolítica adecuado para completar un cóctel explosivo para la evolución del precio del crudo.

