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¿Hay crisis financiera en China?
China en otros puertos

China conquista silenciosamente los mares y los puertos del mundo. Fiel a su estilo de no injerencia en los asuntos internacionales, el gigante asiático se está convirtiendo en el dueño de casi todos los puertos de mercancías del mundo. Desde 2010 el país asiático ha invertido 45.000 millones de dólares en la adquisición completa o parcial de al menos 40 puertos.

De hecho, una investigación de Financial Times señala que casi dos tercios de los 50 principales puertos de contenedores del mundo tienen algún grado de inversión china desde 2015, y esos puertos controlan el 67% del volumen de contenedores del mundo.
El interés de China por los puertos mundiales es proporcional a su apuesta por impulsar la nueva Ruta de la Seda, la gran iniciativa de acción exterior más ambiciosa del país “Una franja, una ruta”, también conocida por sus siglas en inglés OBOR “One Belt, One Road”. El proyecto impulsado por las autoridades chinas busca abrir rutas por tierra y mar para dar salida a sus exportaciones hacia Asia y Europa.
El puerto griego del Pireo, es uno de los ejemplos de la expansión de las empresas chinas en la red global de puertos. Después de la Gran Crisis de 2009, Grecia tuvo que llevar a cabo reformas y privatizaciones para pagar sus deudas tras el rescate financiero internacional.

El gigante estatal chino, Cosco, vio una oportunidad para entrar en la industria portuaria de un país en crisis. Fue así como adquirió el 51% del Pireo, bajo un acuerdo que le permitiría hacerse con el 67% cinco años después. Y eso es lo que acaba de ocurrir a comienzos de octubre.
La misma compañía está en conversaciones para adquirir una participación en el puerto de Hamburgo, Alemania. Si llegara a concretarse, sería la octava mega inversión portuaria de Cosco en Europa. Otro de los gigantes chinos, Shanghai International Port Group, se acaba de hacer con el control del puerto israelí de Haifa.
El acceso a los puertos en el exterior le permite a China desarrollar las redes comerciales y aumentar su riqueza. Y al tener un mayor poder económico el país asiático consigue “una palanca diplomática”, por ejemplo, el caso de Yibuti, situado a la entrada del mar Rojo y el Canal de Suez, donde un puerto marítimo se convirtió en la primera base militar de China en el extranjero.
China busca en los puertos extranjeros acelerar la cadena de suministros y obtener un mejor control para transportar su mercancía por todo el globo. Una estrategia que han ido desarrollando en los últimos años y ha llevado a China a la cima del comercio internacional.

