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Crisis energética en China

La segunda potencia económica enfrenta una crisis energética sin precedentes que amenaza con alentar las cadenas de suministro y el mercado global.

Las autoridades de China han comenzado a imponer un racionamiento sobre la energía que amenaza con tensionar aún más las cadenas de suministro globales y generar escasez de “todo”. Esto amenaza con elevar los precios al productor en China, y posiblemente producir inflación en general.
El impacto en las industrias es amplio e incluye sectores de gran consumo energético como la fundición de aluminio, la siderurgia, la fabricación de cemento y la producción de fertilizantes.
En mayo, los fabricantes de la provincia de Cantón, se encontraron con peticiones para que redujeran el consumo, ya que una combinación de tiempo caluroso y una generación de energía hidroeléctrica inferior a la habitual pusieron a prueba la red energética del país asiático.
Los proveedores de energía han enviado avisos a los grandes usuarios para que detengan la producción durante los periodos de máxima demanda de energía, otros han recibido la orden de cerrar hasta nuevo aviso o hasta una fecha determinada, como las plantas de procesamiento de soja de Tianjin, en el este de China, que llevan cerradas desde el 22 de septiembre. El racionamiento también está llegando a los hogares chinos y a centros comerciales.
Uno de los motivos que llevaron a esta crisis es la escasez de suministro de carbón a nivel mundial, que afecta aún más a China dada su fuerte dependencia de la electricidad a base de carbón (72% de la generación total de electricidad en el país asiático). Otro motivo es que la energía a base de carbón es bastante contaminante y China quiere llegar a sus objetivos de disminuir los niveles de contaminación antes del 2030. Hasta el momento más de la mitad de las provincias no han alcanzado sus objetivos en el sector de energía renovable.
Si los recortes de producción se prolongan, una de las principales consecuencias para la economía mundial sería unos precios de exportación más altos, que se producen justo en medio de un auge de la demanda mundial de bienes inducido por una pandemia.
La crisis energética está poniendo nerviosos a los mercados bursátiles chinos, en un momento en que la segunda economía más grande del mundo ya muestra signos de desaceleración. La economía china está lidiando además con dificultades como el problema de liquidez Evergrande.
Analistas de Morgan Stanley dijeron que los recortes de producción, si se prolongan, podrían reducir en 1 punto porcentual el crecimiento del PIB en el cuarto trimestre.

